lunes, 26 de septiembre de 2011

Y se trata de eso, de saber apreciar lo bueno, lo mejor.

Cuatro de la tarde de un día cualquiera, temporal revuelto, con alguna que otra tormenta que parece rebotar en todos los tejados de nuestro alrededor, alguna lluvia esporádica que manchaba el cielo de un gris que encapotaba el azul de aquel cielo veraniego, que siempre se echa de menos. Manos frías, temblorosas pero entrelazadas, que mejor que una tarde, con no muy buena compañía, pero siempre la preferida, con el abrazo que necesitas siempre a punto, en el momento más oportuno. Café, negro, fuerte, caliente, para templar los cuerpos, que de los grados que hacía, casi ni la boca más caliente podía articular palabra, los dientes no paraban de chocar los unos contra los otros, casi a más velocidad, de lo que latían los corazones helados, incluso a más velocidad de las gotas que caían  monótonas contra el cristal empañado, y así, iba transcurriendo una tarde que a priori parecía que iba a dejar mucho que desear, pero que al final fue una de las tardes más intensas que se podían llegar a contar, horas interminables frente a aquella película que dejaba al descubierto las lágrimas de ambos, que por protagonistas se podían dar por aludidos, y que por final, llenaba de recuerdos amargos para cualquier expectante, pero que dejaba con ganas de más.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Solo viene a recordar(me) que ya no soy feliz (sin ti).

Sensaciones. Viaje largo (quizás más de lo que me gustaría). Destino común, no muy frecuente pero común.
Demasiado tiempo para pensar en un futuro que no promete (un paraíso donde perderse) cuando sabes que ya no le tienes a él, y a pesar de todo seguirás observando su sonrisa y escuchando sus carcajadas, cuando intentas distraer(te) de la rutina, un sábado a las tantas de la madrugada, con tus amigos (los de siempre, los que comparten tus días). Sabes que la rutina ya no será lo mismo (sin él), que los viajes inesperados ya no tendrán el mismo fin que cuando (con él) viajabas, sabes que el tiempo lo cura todo, pero no es lo que te gustaría (a pesar de que es más fácil olvidarlo todo) ya hace algún tiempo en el que los tempranos viernes primaverales en los que el sol empieza a quemar sobre tus hombros, en esa estación en la que por ganas te empiezas a vestir de forma desenfadada, y sin esas bufandas en las que los recuerdos pesan (más de la cuenta) ya no compartimos, se hace duro, es cierto, pero todo se termina, como el viaje largo que empeze hace ya unas horas, y que ha acabado en un destino que no era el esperado (ni siquiera yo lo esperaba), esperemos que lo que el futuro depare sea más acogedor de lo que el pasado determinó, y con menos desconcierto que recorre cada uno de los recovecos de mi cabeza que tengo en el presente.

martes, 13 de septiembre de 2011

(Dónde están) la colección de promesas por cumplir.

A pesar de sus ojos cansados, su mirada seguía siendo peculiar y distinta a todas las demás, a las de cualquier desconocido que te encuentras cuando recorres la ciudad sin rumbo fijo. Tan solo quedaban unos días para una fecha marcada en el calendario que tenia grandes recuerdos, recuerdos de ignorancia, y que hoy por hoy eran un desperdicio de cócteles de buenos momentos, de esos, que solo habías vivido con él, en unas primaveras que tan solo dejaban mucho que desear cuando no pasabas los días de cada semana con él. Y ahora, cuando vuelves a estar sola, y no tienes a la persona con la que compartías dichas primaveras, piensas en las promesas que quedaron en el aire, piensas si alguna vez volverás a sentir, lo que sentiste, o a querer como lo quisiste, y aunque ya sabes la respuesta de antemano, prometes no olvidarlo nunca.
Pd, quien no arriesga, no gana.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Que lo que (más) quieres no te falte.

Pensar, eso es lo que intentas hacer al escribir unas cuantas palabras juntas, aunque muchas de las veces no tienen el mínimo sentido, y es que es mi única forma de expresar un poco mi manera de ver el mundo. Respecto a mi, me considero fría, cabezota, pero cariñosa y simpática, con mal carácter y peor genio, pero con mucha amabilidad y carisma, por otra parte, están mis amigos y mi familia, la parte fundamental de mi vida, sin ellos no sería la misma persona fuerte y con personalidad que soy y que no se deja influenciar por otra cosa que no sean ellos, aunque muchas veces no haga caso de sus consejos, y lo tire todo por la borda, aunque yo misma se que tienen razón, y por último y no menos importante, él, la persona que más de mil veces me hizo sonreir, sin tener motivo alguno, tal vez fuese porque era el y no otro, pero a día de hoy puedo afirmar que fue el a la persona que más quise (quiero) en mi vida.