martes, 25 de octubre de 2011

En la memoria está la vida buena.

Tiempo atrás, tiempo en el que fuimos el algo de un colchón, de nuestra suite de lujo, tiempo en el que estremecerme con tu sonrisa de por medio no era nada más que una rutina que nunca tenía fin, tiempo en el que demostrarte día a día que el roce de nuestra piel, era el cariño de una noche más, tiempo en el que mis ojos brillantes se compenetraban a la perfección con una sonrisa especial, de las que prometen un paraíso donde perderme, tiempo en el que nuestros abrazos conllevaban tantos sentimientos que el temblor de mis piernas hablaba por si solo, tiempo en el que tus manos rodeaban mi cintura de la forma más sutil jamás inventada, tiempo en donde los minutos eran marcados por el compás de nuestros besos, tiempo en el que mi cabeza descansaba sobre el hueco que hay entre tu cabeza y tu cuello y así colección de recuerdo tras colección de recuerdo, en el que tu boca impaciente sobre mi piel siempre dejaba con ganas de más, y lo sigue haciendo cada vez que esta recorre los recovecos que siempre podrán ser considerados como tuyos.

jueves, 13 de octubre de 2011

Puta rutina; borrón y cuenta nueva.

Sentada en el mismo lugar que noche tras noche intento compaginar varias palabras, que aunque no tengan mucho sentido, me ayudan a escribir los pocos (bastantes) pensamientos que recubren mi cabeza a altas horas de la madrugada. Como cada noche, me dispongo con un cuardeno (con más tachones y borrones que aciertos) y mi boli bic tan preciado, que lleva a sus espaldas, largas frases unidas por conjunciones repetitivas o por te quieros medio borrados, a unir diferentes y distantes pensamientos que recorren cada una de las partes de mi cuerpo. Sensaciones, sí, eso es, sensaciones que aunque muchas veces parecen inexistentes, siempre están ahí, para dar un vuelco a mi vida en los momentos menos oportunos, para cambiar mi estado de animo en cada composición que estas manos logran terminar. A mi lado izquierdo se encuentra una botella de agua, fría, medio llena y con el papel que recubre la botella, desgastado, de todas las horas que pasa aguantando mis rutinas nocturnas, y al lado opuesto, de reojo puedo ver el aperitivo que siempre deja alguna idea para rellenar las hojas del cuaderno, y que sirve de gran ayuda para entretenerme cuando el boli bic (casi sin tinta, por la de veces, que tengo que garabatear encima de las letras que forman las mil historias que he podido recorrer y saborear a lo largo de las primaveras vividas) poco a poco se va gastando, al igual que las promesas que algún día prometimos, o mejor dicho me prometió.

lunes, 10 de octubre de 2011

Comprender que todo merece la pena por lo mejor que tengo.

"Hoy, ahora mismo, en estos momentos, estoy deprimida, no tengo un buen día. Se podría decir que no soy la persona a la que mas la guste compartir sus sentimientos sobre algo o alguien (incluso él) con cualquiera, por eso mismo no lo hago, pero tu no eres cualquiera, tu eres la que cada día me va ganando una sonrisa más para nuestra colección de ellas juntas, que aunque sean muchas y sea imposible recordarlas todas, las mejores las recuerdo (recordare) para siempre, eso no te quepa duda. Y como he dicho antes, tu no eres cualquiera, eres una de las personas mas importantes de mi vida, y por eso me gusta decirte todos y cada uno de los detalles de mi vida, sin que se escape uno, y cuando no lo he echo, (por mi falta de seguridad) no he tardado en hacerlo, en recordarte que son mil historietas de las mías las que vas a tener que seguir aguantando y escuchando muchisimo tiempo más. Por eso, ahora, cuando llevo toda la tarde pensando en quien sabe que cosa, perdiendo el tiempo recordando las sonrisas que me faltaban a mi lado en este momento(las tuyas las más importantes) no he podido más que escribir estas tontas lineas, (quizás por distraerme un rato de mis tontos quebraderos de cabeza o quizás por que me apetecía recordar(te) todo lo que eres en mi vida) que al fin y al cabo, no dicen mucho, solo dicen que es mucho el tiempo que me queda por vivir contigo, y muchas más las fiestas que nos quedan por corrernos (juntas).
Que son muchos los trenes a los que subimos(o nos gustaría subir), pero si hay algo que me estoy dando cuenta con el paso del tiempo, es que los trenes vienen y van, nunca esperan, y yo hace tiempo me subí a un tren, cuando te escogí a ti, cuando escogí que fueses la persona con la que más comparto mis días, y quiero seguir compartiendo, cuando escogí que fueses una de mis mejores amigas, y también cuando escogí que fueses tu la que estarías ahí siempre, para aburrirte con mis mil tonterías, y si de algo estoy segura es que desde que subí, me di cuenta que nunca bajaría de este tren, que nunca le (te) quiero perder.
(Una carta más para el recuerdo de tantos días memorables).
A día diez (uno de los mejores del calendario), desde un octubre especial, a un mayo aún mejor)".


Ana Serrano Peña.


Pd, una vez más es la persona que deja sin palabras a los ojos azules, que mientras sacan todo lo que llevan dentro, recuerda que es de lo mejor que tiene y que sus sonrisas son de las que hacen que todo sea posible, por eso mismo, y por miles de motivos más, quiero recordarla que no quites una de las cosas que más feliz me hacen siempre.

miércoles, 5 de octubre de 2011

No me jode por los sueños, me jode por los inviernos que parecían primaveras.

Espacios incómodos de tiempo en los que tuviste muchas horas, días e incluso semanas, para pensar y recapacitar en lo felices que erais juntos y ahora te das cuenta que el tiempo pasa rápido, y que estas intentando olvidarle (aunque ya lo hubieses hecho) hasta que volvió a aparecer sin ton ni son en tu vida, como si nadie hubiese pasado desde que se fue, como si no hubiese llovido desde entonces, o como si otros labios no aliviasen las penas que dejo él, mientras tu cuello se estremecía con el contacto de una lengua que cumplía las expectativas de devorarte cada parte de este a la perfección. Que es cierto, que te hubiese llenado haber visto de nuevo esos labios carnosos y rosados (en el mismo lugar de siempre) que se distingan a kilómetros (de alcohol) entre una multitud de gente apenada por las gotas que estropeaban una noche veraniega de sábado, en la que el plan no tenia ningún defecto (o eso es lo que pensaban). Y lo que prometió exactamente fue volver al poco de marcharse, una promesa entre tantas que tampoco fue cumplida ya que le has esperado durante mucho tiempo, hasta que por casualidades de la vida, y por personas que merecieron la pena, conseguiste no saber nada más de el, en unos largos y agónicos meses, que no eran amenizados ni por la mejor de las compañías, ni por las placenteras noches en las que te acompañaban esos desconocidos, que jurarías haberlos visto la noche de aquellas gotas que estropearon el sábado (la misma en la que querías haberte reencontrado con esos ojos verdes a los que jodidamente estabas enganchada) pero a pesar de sus ojos, su mirada, sus labios, sus besos, sus horas y sus noches, has quemado los recuerdos, pero sin rencor alguno, porque si algo has aprendido con todo esto es que lo que no mata hace más fuerte, y que no debes olvidar lo que algún día te hizo feliz.

Pd, prometo estarte agradecida.


domingo, 2 de octubre de 2011

(Dondé están) los labios que siempre decían sí.

Decían tus ojos tristes, que no fue la mejor semana de tu vida, tal vez fuese tu sonrisa en mi mirada, o la puta rutina matutina de seis horas lectivas que con el paso del tiempo son horas más lentas y agónicas de lo normal, podría ser ese calor pegadizo y asfixiante que no te deja dormir un par de horas seguidas, pero no, posiblemente, fuese un cúmulo de historias olvidadas en el aquel cajón, que solo abres en las tardes más frías del invierno, del jodido invierno, que nunca avisa. Sigo sin saber lo que mi cabeza no entendía, sigo sin encontrar respuesta a tantas preguntas, y sigo sin poder encontrar explicación a la perdida de mi sonrisa, a la desaparición del brillo que mis ojos desprendían antes de empezar el primer y último lunes otoñal, fuese lo que fuese, no podía fallarte, no podía guardar en aquel montón las promesas que un día acordamos, y aquella noche te prometí que lo estaría, y lo estaré (en cada ocasión lista).