sábado, 12 de noviembre de 2011

De más discusiones que acuerdos marcaron nuestros días.

Día distinto, raro, extraño en el que he dicho/pensado lo primero que se ha pasado por mi cabeza, lo primero que ha venido a ese pequeño cajón de recuerdos, que tengo por memoria. Un día más para guardar en una colección, algo desgastada, los cócteles de buenos momentos que juntos teniamos, al igual que la sonrisa que un día pusiste en un rostro con facciones algo marcadas en las que destacan unos ojos azules algo tristes, pero que a la mínima salen a relucir después de recordar los pequeños momentos pactados entre una sonrisa que antes era la que ponía un detalle distinto, a la que después de marcharte, brilla por su ausencia, dando por supuesto, que le falta el resplandor que tenia horas después de una noche con los pequeños detalles que siempre marcaban la diferencia entre tú y el resto del mundo. La lluvia comienza a desgastar los miles de sitios que tenían nuestros nombres tatuados, comienza a borrar las iniciales que dejastes marcadas, en cada uno de los rincones de Santander, y que ahora, las tienes más que olvidadas, ni siquiera has vuelto al lugar al que algún día denominamos "nuestro". Y es que tengo la pequeña sensación de que no solo has olvidado lo que algún día te hizo feliz, si no que has olvidado a la persona que más te ha querido, y que lo sigue haciendo.

Posdata; nada es para siempre, decían tus ojos tristes.

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