martes, 13 de marzo de 2012

No sigo tu velocidad, siempre me quedo atrás.

Demasiadas noches en vela para otro amanecer, abril se acerca y con él miles de recuerdos más. Quiero que te metan en la calle del olvido para no verte nunca más, y a la vez, a la vez quiero rescatar tantas sonrisas como primaveras quedan. Que se pudran tus tatuajes y tus sueños, mis fechas y mis lágrimas. Ya sé que soy yo quien dijo no, pero lo que es verdad, es lo cerca que quedamos del suelo, a la altura de tu cintura cada vez que intentamos no mirarnos a la cara. Y hay que ver como se siente una cuando se pone a escribir y a intentar transmitir eso poco que la queda dentro. Creo que desde que te fuiste las semanas quedan rotas en dos, ¿pero eso no es del todo malo, o no? A veces un mes puede ser el mejor tiempo de una vida, y en mi caso, con una de esas semana, tengo más que de sobra.

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